Informe de Relatoría – Área Temática 4- XXVI Congreso


Administración pública inclusiva: igualdad de género, juventud e integración de la discapacidad como base del desarrollo humano


El año 2020 interpeló a todos los sectores de la sociedad, en particular nuestros valores personales y sociales. La pandemia mostró con mucha claridad las desigualdades estructurales de la sociedad, especialmente en materia de género y discapacidad, y las organizaciones evidenciaron sus capacidades, problemas y desafíos.

El sector público fue fuertemente interpelado por su capacidad de respuesta. Se hicieron evidentes los estadíos de desarrollo y madurez organizacional, su agilidad, su capacidad de priorización y cuidado de la ciudanía.

En este contexto, en el 2020, la inclusión no fue prioridad de agenda pública. Se priorizaron las políticas sanitarias, la innovación y transformación de las administraciones, con foco en la gestión pública digitalizada. No obstante, el dilema es que la diversidad y la inclusión son requisitos para el desarrollo de una cultura innovadora sustentable. Los gobiernos que mejor parecieran haber atravesado la crisis 2020 – 2021, son aquellos con diseños estructurales flexibles, y con una conducción diversa en cuanto género, edad, y origen cultural.

El principal dilema a debatir será qué políticas públicas ofrecen igualdad de oportunidades y promueven un desarrollo inclusivo. Los gobiernos deben reconocer la diversidad que los habita para que ésta se transforme en el activo más importante de la organización pública.

El segundo dilema es ampliar el abordaje de género al colectivo LGBTIQ+, consolidar la participación del género femenino y ampliar la participación igualitaria en cargos de conducción pública. Asimismo, reflexionaremos sobre acoso laboral y violencia institucional basada en la diferencia de género.

El tercer tema es juventud: como convocamos talento joven al sector público y nos transformamos en un aspiracional de desarrollo profesional.  Incluiremos la retención de talento: sin jóvenes la organización se marchita, y pierde capacidad disruptiva, agilidad y fuerza transformadora.

Otro dilema es cómo construir culturas igualitarias, en las que el talento no dependa del género, la edad, ni la discapacidad. ¿Cómo desarrollamos líderes inclusivos, que entiendan la diversidad como riqueza y no cómo problema?.

Se propone que las presentaciones favorezcan el debate y la reflexión, con eje en el desarrollo inclusivo y equitativo en género, juventud y discapacidad.

El informe de relatoría se encuentra en el siguiente enlace.

Informe de Relatoría – Área Temática 4- XXV Congreso


 “Administración pública inclusiva: igualdad de género, juventud e integración de la discapacidad como base del desarrollo humano”.


La diversidad es una realidad para todas las administraciones públicas. El género, los grupos etarios, los diferentes orígenes culturales, las situaciones de discapacidad, son solo algunas de las numerosas formas en que la diversidad atraviesa nuestras organizaciones. La mayoría de las administraciones ha definido en los últimos años políticas de inclusión, con mayor o menor grado de desarrollo e impacto, generalmente relacionado con cupos o con el porcentaje de “población diversa” empleado. Creemos que nuestras administraciones deben desafiarse aun más y, proponerse políticas públicas que además de igualdad de oportunidades, promuevan el desarrollo individual de quienes componen estos grupos poblacionales específicos, con foco en la persona: detectando sus posibilidades y resolviendo sus necesidades. El impulso a estos grupos elevará la calidad de la administración pública, la hará más innovadora, y será promotora de un desarrollo humano integral.

El desafío de las políticas vinculadas al desarrollo de una administración pública inclusiva es integrarse con las políticas de empleo público y las de gestión de calidad e innovación.  Y en particular, el desafío de las políticas orientadas a los jóvenes, es lograr la retención de jóvenes talentosos, y el desarrollo de sus habilidades de liderazgo para prepararlos como futuros líderes de la administración.

Este cambio de paradigmas conlleva cambios en los estilos de liderazgo, surgiendo como indagación de interés ¿qué tipo de líderes requiere la administración pública? Y ¿cómo desarrollamos líderes inclusivos, que entiendan la diversidad como una riqueza de la organización y no cómo un problema a resolver?

Si analizamos la inclusión desde los diferentes niveles de resistencia -organizacional, por grupos e individual-, podemos preguntarnos sobre los sesgos inconscientes que subyacen a los comportamientos de resistencia.

Se propone que los trabajos que se presenten, favorezcan el debate y la reflexión vinculados con el impacto real de las políticas públicas o programas internos implementados en los diferentes países, favoreciendo el desarrollo de las personas de diversos géneros, de las personas con discapacidad y de los jóvenes; y con la transformación de la organización, con impacto directo en la integración y equidad en relación a estos grupos.

El informe de relatoría se encuentra en el siguiente enlace.