El evento organizado junto al Instituto Andaluz de Administración Pública (IAAP), contó con la participación del Secretario General del CLAD, D. Francisco Velázquez, quien intervino en la segunda mesa de discusión con el tema: “Retos socioeconómicos y políticos actuales que obligan a las administraciones a innovar. La innovación como herramienta clave para la reconstrucción”.
El pasado 15 de diciembre de 2020, la Junta de Andalucía junto al Instituto Andaluz de Administración Pública, organizaron las II Jornadas de Innovación Pública en la Junta de Andalucía, con el fin de discutir sobre diversos temas relevantes para el sector público, a propósito del escenario actual de pandemia.
En ese sentido, el Secretario General del CLAD D. Francisco Velázquez participó de la segunda mesa de discusión, en donde los invitados debatieron sobre los retos que enfrentan las administraciones públicas para la innovación.
El representante del CLAD señaló que es necesaria una administración pública más estratégica y disruptiva con capacidad adaptativa, y que en la medida del fortalecimiento de las mismas el Estado podrá proporcionar mejores respuestas ciudadanas. Aseveró de igual modo que la colaboración y la inteligencia colectiva son clave en todo el proceso de cambio que requiere la administración, pero que la misma debe saber escuchar diversas propuestas de cambio y contar con recursos para su buen funcionamiento.
Hizo mención a lo novedoso que representó en su momento el modelo burocrático propuesto por Weber, revolucionando con ello a la administración pública, y que del mismo modo hoy en día el sector público tiene la capacidad de innovar. En ese sentido hizo mención a los esfuerzos del CLAD y sus países miembros por aprobar el pasado 8 de octubre de 2020 en la XIX Conferencia de Ministros de Administración Pública y Reforma del Estado de Iberoamérica, celebrada en Andorra, la Carta Iberoamericana de Innovación en la Gestión Pública, como referente para las administraciones de Iberoamérica que busca incrementar el valor público.
Refirió a que la incorporación tecnológica a la administración puede ser beneficiosa para frenar prácticas de opacidad, indicando por ejemplo a la inteligencia artificial como un muro de contención para la corrupción, por suponer procesos donde no es posible incidir por parte de los funcionarios.
Velázquez también indicó que para disminuir los altos grados de desconfianza en la administración pública, los políticos deben tener mayor grado de efectividad y compromiso con las políticas emprendidas por administraciones anteriores, independientemente de su afinidad con el partido. Resaltó la necesidad de colaboración que deben tener los tres niveles de la administración del Estado (nacional, regional y local), para poder generar mejores respuestas y políticas públicas, pero que la autoridad local por ser la más cercana a la población, debe contar con una colaboración real y continua.
Concluyó diciendo que el salto tecnológico generado durante los momentos más críticos de la pandemia no debe morir, sino impulsarse mucho más para una mejor administración pública.
De igual modo en la mesa de discusión participó D. Jorge Barrero, Director General de la Fundación COTEC, Dña. Carmina Sánchez, cofundadora de PROTEA, D. Ignacio Uriarte en representación de la SEGIB, Dña. Marina Vega, experta en innovación pública del INAP, Dña. Margarida Ribeiro, representante de la Comisión de la Unión Europea y D. Manuel Irun del Instituto Europeo de Innovación y Tecnología.
El conjunto de expertos señaló la encrucijada en la que se encuentra actualmente la administración pública frente a los adelantos que tiene el sector privado, presentándose dos escenarios futuros: el de la colaboración público/privada o el de un sector público irrelevante o nulo, con la presencia de un “pseudo Estado” dominado por el mercado, por lo que se hace necesaria la cooperación entre países para la innovación pública.
Coincidieron en la necesidad de un cambio de paradigma y una capacidad adaptativa para el sector público, la necesaria mejora del rol de los funcionarios del Estado y el establecimiento de una capacidad diferencial frente a las maquinas, haciendo énfasis en fortalecer aquello que las mismas no pueden hacer.
Para asistir al video completo de las II jornadas puede seguir el enlace aquí.
En el último encuentro virtual de 2020, el conjunto de expertos ofreció un breve recuento de los aspectos principales abordados a lo largo del año, con el fin de concretar sus ideas a ser plasmadas en el documento final que presentará la Secretaría General del CLAD. El encuentro se realizó gracias al financiamiento de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).
El pasado jueves 17 de diciembre se celebró la última reunión del año del grupo de expertos que trabajan en la elaboración del Índice de Gobernanza Iberoamericano, de conformidad con lo establecido por el mandato del Consejo Directivo de la institución.
El Secretario General del CLAD, D. Francisco Velázquez coordinó el encuentro agradeciendo a todos los especialistas por su aporte de ideas. De igual modo manifestó la intención de iniciar el componente práctico del Índice para el próximo año, pero advirtió que debe ser considerado el escenario actual de pandemia. Así mismo indicó que se desea tener una reunión presencial para 2021.
En ese sentido, fueron presentadas las intervenciones de D. Luis Aguilar, (México), Miembro del Consejo Científico del CLAD y Director Fundador del Instituto de Investigación en Política Pública y Gobierno de la Universidad de Guadalajara,D. Oscar Oszlak, académico argentino Miembro del Consejo Científico del CLAD y Director del Área de Políticas y Gestión Pública del Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES) y autor de numerosas publicaciones, D. Julio Nabais de Portugal, exdirector del área de Gobernanza en la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), y ex Representante del Gobierno de Portugal ante el CLAD durante varios años. D. Manuel Arenilla, de España. Catedrático de Ciencia Política y de la Administración en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, y exdirector del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP) de España, quien además es habitual consultor y colaborador del CLAD.
D. Fernando Filgueiras de Brasil, Profesor en la Escola de Políticas Públicas e Governo da Fundação Getulio Vargas, D. Pedro Medellín (Colombia), Director de la Escuela Superior de Administración Pública (ESAP), D. Manuel Villoria, Miembro del Consejo Científico del CLAD y Catedrático en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, España, donde dirige el Observatorio en Buena Gobernanza, así como D. Julio César Fernández, Profesor de Derecho Público y de Gobierno en la Universidad Central de Venezuela (UCV), y Consultor en Reforma del Estado y Mejora de la Gestión Pública.
De igual modo intervino Dña. Regina Pacheco de Brasil, Miembro del Consejo Científico del CLAD y Coordinadora de la Maestría Profesional en Gestão e Políticas Públicas da Escola de Administração de Empresas da Fundação Getulio Vargas.
Participan también del equipo de expertos, D. Alberto Enríquez de El Salvador, quien fue Subsecretario Técnico y de Planificación de la Presidencia de la República y Representante Alterno ante el Consejo Directivo del CLAD por dicho país y D. Carles Ramió (España), Investigador y Catedrático de Ciencia Política y de la Administración en la Universitat Pompeu Fabra (Barcelona), quien además es el Consultor redactor de la Carta Iberoamericana de Innovación en la Gestión Pública.
A lo largo de la actividad se presentó una secuencia expositiva de los avances del grupo de expertos, iniciando por la definición del concepto de gobernanza que presentara el documento elaborado por el CLAD, así como la naturaleza de los datos necesarios para el IGI, los mecanismos de medición, y las modificaciones del índice partiendo de la elaboración de nuevos documentos doctrinarios o reformas a los mismos. También se abordó la realización de un glosario de términos, el perfil de los encuestados y la recolección de datos.
Se enfatizó en la importancia de los datos de carácter cualitativo y cuantitativo, debiendo existir una delimitación/especificación de dichos aspectos para ofrecer información relevante y útil para los países miembros. Así mismo la importancia de incorporar nuevos expertos para el abordaje y la viabilidad de los datos estadísticos que contendrá el IGI.
Se recalcó de igual modo que por mandato del Consejo Directivo del CLAD, el IGI debe contener información de utilidad en materia de Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), como mecanismo de ayuda al impulso de la Agenda 2030 para los Estados Iberoamericanos.
Finalmente se apuntó que el Índice deberá ser innovador pero adaptado a la realidad, y que su alcance no debe ser sumamente ambicioso, sino más bien para complementar otros índices existentes que exponen la capacidad pública iberoamericana, su nivel institucional, y sus posibilidades de mejora, con el fin de servir para el fortalecimiento de la institucionalidad y el diseño de mejores políticas. En ese sentido se hizo también hincapié en que el Estado en Iberoamérica posee diversidad de criterios y que sus particularidades deben ser consideradas.
Durante los días 24 a 27 de noviembre de 2020 se ha celebrado en Lisboa, el XXV Congreso Internacional del Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo (CLAD). Este Congreso, debido a la pandemia que azota el mundo, se ha celebrado de forma esencialmente virtual, aunque algunos de sus actos del día 24 y 25 han tenido una reducida presencia de personas, guardando las debidas medidas de distancia física y profilaxis.
En el transcurso de los actos académicos y científicos celebrados, los debates que han tenido lugar y los documentos que han sido presentados al Congreso, es posible destacar algunas ideas que, con seguridad, forman parte de los análisis más solventes sobre la situación de las administraciones públicas durante la pandemia.
El esfuerzo, dedicación y alarde tecnológico de la República de Portugal ha permitido la celebración de este Congreso, que ha contado con más de 1.000 participantes, más de 70 paneles y presentaciones especiales, así como dos conferencias plenarias. Un resumen de las ideas debatidas se ha plasmado en la llamada Declaración de Lisboa, cuyo comentario realizamos ahora.
En cumplimiento de las medidas sanitarias determinadas por las autoridades de cada país, los ministerios y órganos administrativos han cerrado sus puertas y han dejado de prestar los servicios administrativos de forma presencial y una parte sustancial de los servicios públicos, ha sido sustituida por la extensión de procedimientos online o virtuales. En muchas ocasiones se han logrado cubrir las necesidades de los ciudadanos merced a la utilización de los instrumentos tecnológicos que los gobiernos han puesto a disposición de los empleados públicos, pero cuando esto no ha sido posible, los empleados públicos han utilizado sus propias conexiones a Internet, incluyendo sus computadoras personales.
La resiliencia mostrada por los ciudadanos en la pandemia ha sido correspondida por la dedicación y esfuerzo de los empleados públicos, que han logrado cumplir con sus obligaciones a pesar de las dificultades. Ha de destacarse especialmente el trabajo de miles de sanitarios, policías, trabajadores sociales y otros responsables de servicios esenciales, que se han jugado la vida por hacer frente a sus responsabilidades. Aquí viene a la memoria recordar la importancia de los ciudadanos y de los empleados públicos, determinante para el éxito de cualquier política pública. Como dijo el ajedrecista Wilhelm Steinitz “el peón es la causa más frecuente de la derrota“. Sin ellos, el mundo hubiera dejado de funcionar absolutamente.
Las dificultades, con frecuencia, han sido solventadas, en todo o en parte, por avances tecnológicos, nuevos procedimientos online y la extensión de las webinars y comunicaciones virtuales entre los servicios administrativos y los ciudadanos, lo que ha supuesto un cambio modernizador de primer nivel en nuestras administraciones.
El reto tecnológico que han emprendido todos los países ha sido logrado en muchos casos y ha supuesto con certeza el inicio de un camino que es y será habitual para las relaciones entre las administraciones públicas y los ciudadanos. Se ha abierto una senda de mejora en la prestación de servicios públicos, que hubiera necesitado muchos años de implantación de no ser por este reto extraordinario que ha generado la covid-19.
Las dificultades generadas por la pandemia han ocasionado, así pues, la aparición de actividades innovadoras y disruptivas, así como la extensión de la respuesta asincrónica de las administraciones públicas a la demanda ciudadana, lo que supone un colosal avance de adaptación a la cuarta revolución industrial. De la misma forma, se ha producido un incremento de la digitalización de los procedimientos administrativos que aúnan rapidez y acierto, eliminando errores.
La aceleración de las innovaciones digitales debe ser aprovechada por los países para que la prestación de los servicios sea más rápida y eficaz. Es el tiempo de dar un salto cualitativo y empezar a trabajar con más intensidad en el uso de big data e inteligencia artificial para predecir, analizar y evaluar, tanto en la formulación como en la directa prestación de servicios públicos
En los debates celebrados en el Congreso se insiste una vez más en la profesionalización del servicio público como instrumento de una administración pública eficaz , eficiente y transparente. Las reformas organizativas y estructurales necesarias no pueden olvidarse ante los cambios de tipo tecnológico que se están desarrollando.
Tras analizar el transcurso de los paneles, conferencias y presentaciones especiales se destaca el deseo generalizado entre los participantes de propiciar un futuro más estratégico y con mayor capacidad operativa para las administraciones públicas, de manera que se constituyan en tractor del cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible.
Este Congreso del CLAD nos permite concluir con que es necesario contribuir a generar un Estado más estratégico, con unas administraciones públicas honestas, innovadoras, transparentes y eficientes, dotadas de los medios tecnológicos, materiales y humanos necesarios para hacer frente a dificultades como la pandemia y para prestar adecuadamente los servicios que los ciudadanos demandan en este tiempo complejo y cambiante que nos plantea el siglo XXI.
Pero también ha de exigirse a las instituciones un liderazgo moral para que sean realmente unas “instituciones nacionales y locales que deben rendir cuentas y tienen que prestar servicios básicos a las familias y las comunidades de manera equitativa y sin necesidad de sobornos “(Villoria 2020).
Artículo disponible en el diario El Nacional.
La Secretaria General del CLAD agradece todo el apoyo brindado por la comunidad iberoamericana que participa activamente en las actividades organizadas por la institución, entre las que destacan los espacios para el debate de las ideas, todas ellas dirigidas a la mejora de las administraciones públicas de nuestros 23 países miembros. Actualmente pertenecen al CLAD todos los países de lengua española y portuguesa de América y de la península ibérica y tras la incorporación de Angola, un país de lengua portuguesa del continente africano.
Ha sido un año sumamente difícil para todos, pero más allá de destacar las complejidades y los retos enfrentados, el CLAD quiere celebrar los aprendizajes alcanzados y resaltar que pese a las adversidades, hemos consolidado nuestra posición como una institución de referencia para todo el ámbito iberoamericano en materia de administración pública.
La pandemia nos hizo fortalecer nuestra capacidad tecnológica, logrando alcanzar más que nunca personas por medio de nuestras Conferencias Virtuales Internacionales, que han sido conectadas por más de 90.000 personas. El XXV Congreso Internacional, logró llegar a más de 1.000 personas, a pesar de las circunstancias restrictivas de Portugal causadas por la pandemia, que fueron suplidas por un alarde tecnológico por este país y por la labor de todos los trabajadores de la Secretaría General. El futuro de nuestros congresos estará marcado por el éxito del Congreso de Lisboa e inaugurará los Congresos virtuales y presenciales simultáneamente.
El Estado no se detuvo en nuestros 23 países miembros, lo que demuestra la capacidad de innovar y enfrentar las adversidades de una forma distinta. La aprobación en Andorra de la Carta de Innovación en la Gestión Pública es un instrumento de gran valor para la continuación de la actividad de nuestras administraciones públicas con una visión estratégica e innovadora. Es por ello que el CLAD destaca el arduo trabajo de todos los funcionarios públicos iberoamericanos, que de forma incansable batallaron para proveer de servicios a sus ciudadanos. Para todos ellos nuestro agradecimiento.
Nuestro deseo es que para el año 2021 podamos seguir contando con el apoyo de nuestra comunidad iberoamericana, participando activamente en todos aquellos espacios para la formación y el intercambio de experiencias. Esperamos que las actividades presenciales puedan ser de nuevo una realidad y nuestros delegados de los 23 países miembros puedan intercambiar sus experiencias no solo por medios virtuales sino también con su presencia física.
¡Sinceros deseos de paz, salud y fraternidad para el año que viene!
Felices fiestas.
La Secretaría General del CLAD