Funcionarios públicos, académicos, investigadores, y miembros de la sociedad civil de América, Europa y África, participaron en el evento internacional celebrado en la ciudad de Bogotá, Colombia.
El evento dio inicio el día 23 de noviembre de 2021 en la sede de la Escuela Superior de Administración Pública (ESAP), con palabras de bienvenida del país anfitrión, a cargo del Director Administrativo de la Función Pública Nerio Alvis Barranco, quien en nombre del Presidente de la República Iván Duque Márquez, agradeció que nuevamente Colombia sea el espacio de encuentro del evento de mayor relevancia en el ámbito iberoamericano para la discusión de asuntos públicos.
Seguidamente, el presidente electo del Consejo Directivo del CLAD, Darío Castillo Lugo, ofreció palabras de agradecimiento por el reciente nombramiento de la República Dominicana como país a cargo de la presidencia del organismo internacional. El Ministro indicó que la candidatura de su país fue presentada con la certeza de que la República Dominicana tiene mucho que aportar para la reforma y modernización del Estado, a través de las experiencias y buenas prácticas desarrolladas en la nación caribeña.
En el acto de inauguración se hizo un recuento breve de todos los países que han sido sede del Congreso Internacional del CLAD, y se informó que Bolivia será el próximo país anfitrión en 2022.
Luego, el Secretario General del CLAD Francisco Velázquez López ofreció detalles de la XXVI Edición del Congreso del CLAD, compuesta por 73 paneles, 31 presentaciones especiales, 3 conferencias plenarias, 4 documentos libres y la presentación de 13 libros. Un total de 319 panelistas serán los encargados de ofrecer diferentes experiencias de la administración pública para todo el público asistente.
Posteriormente, el representante del CLAD formuló dos preguntas provocadoras, la primera de ella fue ¿Cómo se debilitan las instituciones? En donde enumeró diversos aspectos como la falta de transparencia, la selección de funcionarios incompetentes y no cumplir con las metas propuestas, entre otros. La segunda pregunta fue: ¿Cómo se fortalecen las instituciones públicas? En donde señaló aspectos como la inyección de recursos, la adecuada selección del personal, la colaboración con el sector privado y el tercer sector, la transparencia, entre otros.
Finalmente, el acto inaugural contó con la presencia del Director de la ESAP, Octavio Duque, quien agradeció a las autoridades presentes la realización del Congreso Internacional del CLAD, y que sea Colombia el país sede para recibir a las delegaciones de los 24 países miembros.
Culminadas las palabras protocolares de las autoridades, se hizo la entrega de un reconocimiento al Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo – CLAD, por todo el trabajo llevado a cabo en estas XXVI ediciones de Congresos Internacionales.
Finalmente se realizó la presentación de un grupo musical que interpretó bailes y música perteneciente al folclore colombiano.
El día 24, en la primera conferencia plenaria denominada: «Institucionalidad, pandemia y proyecciones de futuro», participaron los conferencistas Francisco Velázquez, Secretario General del CLAD, Nerio Alvis, Director del Departamento Administrativo de la Función Pública de Colombia, María Consuelo Ramírez, Secretaria General de la Presidencia de Guatemala, y Luis F. Aguilar, Docente y miembro del Consejo Científico del CLAD.
En la presentación se habló de los desafíos para el sector público, luego de la crisis de la pandemia del coronavirus, que afectó de forma grave a los ciudadanos, pero que a su vez permitió un proceso de reflexión para lograr innovar en las administraciones públicas.
Así lo manifestó la experiencia guatemalteca y colombiana, en la cual se reseñó el trabajo de los gobiernos por mejorar sus capacidades de atención ciudadana mediante el uso de la tecnología. De igual modo, se hizo un reconocimiento a los servidores públicos que lograron mantener al Estado en funcionamiento por encima de las circunstancias.
También se señaló la ventaja que tuvo y tendrá el teletrabajo para poder superar las dificultades de la pandemia, permitiendo tanto para el sector público como privado, atender a la población. Dicha medida no sólo llegó para quedarse, sino que será combinada con las labores presenciales para lograr una modalidad híbrida de trabajo.
El profesor Aguilar cerró la presentación de los ponentes indicando que la pandemia permitió develar nuevamente la necesidad que tiene el Estado de ser gobernado y de gerenciar sus recursos de forma correcta, para ordenar la acción colectiva, y a la vez, con ello logró revalorar al gobierno como actor necesario para la sobrevivencia humana.
Sin embargo, paradójicamente la pandemia también ha exhibido la insuficiencia de los gobiernos en materia económica, cognitiva (para comprender los problemas), tecnológica y también en materia de ética (credibilidad moral), lo que obliga a los mismos a buscar alianzas y nuevas formas de gobierno.
En la conferencia se abrió un espacio de participación para el Representante de Guinea Ecuatorial, Santos-Noé Etame Mayoko, del Ministerio de la Función Pública y Reforma Administrativa de dicho país, a propósito de su incorporación como Miembro Observador del CLAD. El espacio sirvió para agradecer al Consejo Directivo de la institución por la confianza de tomar en cuenta la solicitud de Guinea, y a la vez agradecer desde ya, todo el apoyo del CLAD como ente especializado para lograr un mejoramiento de la administración pública.
Posteriormente, el representante del país africano habló de los retos que enfrenta actualmente Guinea Ecuatorial por llevar su país al impulso del desarrollo sostenible, así como la modernización del servicio público, pero confían en que la labor del CLAD servirá para promover una mejor administración.
El jueves 25 de noviembre, se llevó a cabo la conferencia plenaria: «El Leviatán contra la COVID-19», a cargo del profesor de la University of Gothenburg y la ESADE, Víctor Lapuente Giné, quien abordó en su disertación el papel actual del Estado en el contexto de la pandemia.
Lapuente aseveró que hoy en día se evidencia un “retorno del Estado (leviatán) al centro del escenario”, pero que el mismo se ha visto afectado con la pandemia, ante lo cual se refirió a dos posturas que tratan de explicar al Estado en medio de la crisis, la primera de ellas que apunta a que las crisis refuerzan la democracia, y la segunda a que la debilitan.
Sin embargo, apuntó a que en los últimos años se evidencia una tendencia de pérdida de democracia en una gran cantidad de Estados, basándose en datos preocupantes de Freedom House, en el que desde 1990 los países autoritarios, “no libres” sumaban el 12% del PIB mundial, pero que ahora controlan el 33% de una fracción de la economía global, no visto desde principios de los años 1930.
En ese sentido dejó una pregunta abierta para la reflexión: ¿estamos ante la era de los dictadores? Compartiendo opiniones al respecto.
En cuanto al manejo de la pandemia por parte de países con tendencia autoritaria o democrática, señaló que en los países pobres no parece haber una distinción entre uno y otro, puesto que ambos comparten similitudes con relación al número de muertes por habitante. Sin embargo, los países ricos si ven diferencia entre modelos de gobierno y cifras de decesos por covid.
El conferencista luego se refirió a los elementos que determinan la calidad de un gobierno para generar una mejor gestión, a lo que apuntó a elementos como la meritocracia en los recursos humanos, la des-burocratización de procedimientos, la transparencia y las colaboraciones público/privadas.
Finalmente Lapuente cerró su presentación indicando que un buen gobierno debe contar con la participación de la ciudadanía, y señalando que el ser un buen ciudadano contribuye al fortalecimiento de las instituciones.
El viernes 26, la última conferencia plenaria estuvo a cargo de Óscar Oszlak, reconocido académico argentino y miembro del Consejo Científico del CLAD, quien abordó el tema: «Perspectivas del gobierno abierto en la era exponencial, a la luz de la experiencia latinoamericana».
En su disertación hizo un recuento de los diferentes paradigmas empleados en la administración pública en los últimos cien años, desde la implementación del modelo Weberiano, hasta llegar a la era digital con diferentes tecnologías de gestión al servicio del Estado.
Se refirió luego al término de Gobierno Abierto como filosofía de gestión, describiendo sus características y la necesaria incorporación de la ciudadanía para su buen funcionamiento. Dicha idea resulta contraria a lo que habitualmente se hace en las administraciones públicas, donde la participación es escasa.
Luego apuntó a la falta de información disponible por parte del Estado, que impide una ciudadanía mejor informada, pero a su vez resulta paradójico que tengamos una sobrecarga de datos en las TICs.
Oszlak señaló que un gran número de Cartas Iberoamericanas del CLAD incorporan elementos de la filosofía del Gobierno Abierto en sus postulados.
En el Congreso Internacional del CLAD también participaron a lo largo de los diferentes paneles y presentaciones, reconocidos expertos del ámbito iberoamericano, así como autoridades gubernamentales y representantes de diversos organismos para la administración pública y de cooperación, entre ellos el Prof. Manuel Villoria Mendieta, el Prof. Manuel Arenilla, el Prof. Carles Ramió, la Secretaria General para la Administración Pública de Andalucía, Ana María Vielba Gómez, el consultor Julio Nabais, así como representantes de la Fundación Internacional y para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas (FIIAPP) y el Instituto Centroamericano de Administración Pública (ICAP).
Finalmente, por la tarde del día 26, se aprobó un documento, que se denominó la Declaración de Bogotá, que contiene el conjunto de recomendaciones basadas en las diversas discusiones llevadas a cabo en el Congreso Internacional del CLAD.
Seguidamente, ofrecieron las palabras de cierre del evento, el Director del Departamento Administrativo de la Función Pública de Colombia, Nerio Alvis, el Director de la ESAP Octavio Duque, el presidente electo del CLAD Darío Castillo, y el Secretario General del CLAD Francisco Velázquez, quien ofreció un resumen de la participación desarrollada a lo largo del Congreso, teniendo como resultado la presencia de 300 personas en la sede de la ESAP y con más de 1800 personas en modalidad virtual.
A continuación las instituciones copatrocinantes:
El pasado 23 de noviembre de 2021, en el marco de la LI Reunión Ordinaria del Consejo Directivo del CLAD, los representantes de los 23 países miembros del organismo internacional, discutieron la solicitud del Gobierno de Guinea Ecuatorial para incorporarse como Miembro Observador.
El encuentro realizado en la ciudad de Bogotá, Colombia, fue presidido por el presidente saliente del CLAD Nerio Alvis Barranco, quien estableció el orden del día, siendo uno de los puntos a tratar la solicitud realizada por el país africano.
En la sesión participó de forma presencial el Excmo Sr. Carmelo Micha Nguema Misi, Embajador de Guinea Ecuatorial en la República Bolivariana de Venezuela, y de forma virtual el Ministro de la Función Pública y Reforma Administrativa de Guinea Ecuatorial Eucario Bakale Angue, quienes tomaron el derecho de palabra en donde argumentaron las razones de la solicitud de incorporación, para posteriormente dar inicio al proceso de votación.
Acto seguido, se autorizó la aprobación de la solicitud de adhesión del Gobierno de la República de Guinea Ecuatorial, en calidad de miembro observador, la cual contó con la elección mayoritaria de los Miembros del Consejo. Con ello, suman a 2 los países del continente africano miembros de la institución, y 24 en total, siendo 23 de pleno derecho y un observador.
El CLAD es un organismo público internacional de obligada referencia en temas del Estado y la Administración Pública, fomentando el intercambio de experiencias e ideas en torno a la reforma del Estado y el sector público.
Es importante señalar que en los últimos años se han incorporado tres nuevos países al organismo internacional, los cuales son Andorra (2018), Angola (2020) y Guinea Ecuatorial (2021).
El Representante de la República Dominicana y actual Ministro de Administración Pública de dicho país, fue electo el pasado 23 de noviembre de 2021 en la celebración de la LI Reunión Ordinaria del Consejo Directivo, celebrada en la ciudad de Bogotá, Colombia. También fue electa la segunda y tercera vicepresidencia del organismo internacional.
El encuentro anual de las máximas autoridades del CLAD, contó con la participación de los representantes de los 23 países miembros, quienes en su Sesión Ordinaria hicieron la elección de las nuevas autoridades directivas, entre las que destacan también la elección de la segunda y tercera vicepresidencia, a cargo de Guatemala y Argentina respectivamente.
Castillo Lugo, es egresado de la carrera de Administración de Empresas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), con maestría en Gerencia Pública de la Universidad Nacional de Educación a Distancia de España, y formación especializada en las ramas de administración de personal y técnicas de administración moderna en Psicología Industrial Dominicana.
Posee una vasta experiencia como servidor público, ocupando el cargo de Director de Recursos Humanos Académicos en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, Director de la Escuela Capacitación del Personal Docente y Administrativo de la UASD, así como diferentes puestos profesionales y directivos en la Corporación Dominicana de Empresas Estatales (CORDE) y en la Oficina Nacional de Administración y Personal (ONAP) -hoy Ministerio de Administración Pública-, donde se desempeñó como Director Nacional en el período 2000-2004.
El Ministro dominicano entra en sustitución de Nerio Alvis Barranco, representante por el Gobierno de Colombia, país que ostentó la presidencia en el período 2019-2021.
Al respecto, el representante por Colombia felicitó a Castillo y al Gobierno que representa: “Queremos felicitar a República Dominicana porque su país ha sido elegido para asumir la presidencia del CLAD en el periodo 2021-2023. Desde nuestra labor en la presidencia hemos puesto nuestro mayor esfuerzo por contribuir al fortalecimiento de la gestión pública Iberoamericana, al posicionar diferentes temas actuales de interés en las agendas de administración pública de los países miembros, y estamos seguros que esta misión continuará bajo el liderazgo del gobierno dominicano”, aseveró.
El conocimiento profesional en la administración pública se adquiere de numerosas formas, pero entre ellos, como en las universidades, tiene singular relieve aquel que se basa en investigaciones científicas o en experiencias de personas, que han sido protagonistas de hechos o acontecimientos de importancia en el seno de las administraciones públicas. Este último aspecto adquiere singular relevancia y es inmejorablemente valorado por las Escuelas de Capacitación de los funcionarios públicos.
La recepción de estas experiencias se realiza esencialmente en los congresos o simposios que se celebran con periodicidad en muchos países. El más importante de ellos es el Congreso del CLAD que se celebra de forma ininterrumpida desde 1996, cuando tuvo lugar en Río de Janeiro (Brasil).
Después de 26 años, los Congresos del Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo (CLAD), representan una tradición en el ámbito de la ciencia política y de la administración, una cita anual ineludible y una ocasión de aprender, extender conocimientos y comunicar logros y experiencias en las administraciones.
De los 24 países que actualmente conforman el CLAD, la mayoría de ellos ha sido sede de alguno de los Congresos, que de forma ininterrumpida vienen celebrándose. Su temática ha ido variando con el tiempo, pero en todo caso siempre relacionada de forma estrecha con los avances, problemas y situaciones de las administraciones públicas en los países.
La finalidad de estos Congresos es que la administración funcione mejor, a partir del intercambio de conocimientos y experiencias. Por eso, aspectos como la lucha contra la corrupción, la transparencia, la evaluación de las políticas públicas, la profesionalización de los servidores públicos son los más debatidos. Los representantes de los distintos países participan exponiendo logros y experiencias o dando a conocer dificultades o fracasos, que los delegados, en número superior a 1.500 en situaciones no pandémicas, debaten con profundidad.
Se estructuran los Congresos en ocho áreas temáticas, todas ellas relacionadas con el fortalecimiento de la administración. Su propio nombre señala la finalidad de la organización, administración para el desarrollo. Sus fundadores y formalmente todos los países miembros, concuerdan en que una buena administración puede ser un valor de impulso del desarrollo, no una rémora, como con frecuencia, lamentablemente, es.
En el Congreso que se celebra estos días en Bogotá (23-26 de noviembre) se presentan 81 paneles por parte de 319 investigadores y altos funcionarios, 25 presentaciones especiales, 3 conferencias plenarias, a cargo del presidente de Colombia, Iván Duque, y de los prestigiosos expertos y profesores D. Víctor Lapuente y D. Oscar Oszlak.
Se presentarán además tres libros: El burócrata disruptivo: para comprender la administración pública, que reúne nuestros artículos publicados en El Nacional; Innovación pública en Iberoamérica: presente y tendencias de futuro, de Carles Ramió y El Estado en la era exponencial, de Oscar Oszlak.
Este Congreso, esencialmente virtual pues solo podrán asistir presencialmente pocas decenas de personas, a causa de las normas de salud pública colombianas motivadas por la pandemia, será posiblemente un hito en relación con la audiencia. Las peticiones de enlace a pocos días de su celebración superan las 2.000, doblando las que tuvieron lugar en el Congreso de Lisboa, realizado en 2020. En cierta medida es también una manifestación del avance tecnológico acelerado por la pandemia que, en este caso, permitirá un aprovechamiento directo en beneficio de las administraciones públicas
La evaluación, la gestión de calidad y la innovación, como herramientas para la efectividad de las instituciones públicas, son los ámbitos de preocupación más numerosos: muchos panelistas presentan estudios y análisis en este ámbito, de manera que esta área temática puede considerarse la más solicitada. A sensu contrario, la menos estudiada ahora, frente a lo que ha sido tradicional en la administración pública es la que se refiere al derecho público. Quizás por su relativa novedad el área de inclusión de género y discapacidad es aún escasamente estudiada.
En síntesis, la preocupación por el fortalecimiento del Estado, tan denostado antes y tan necesario ahora como ha demostrado la pandemia, sobrevuela todos los trabajos del Congreso. Para fortalecer las instituciones conviene dotarlas de una neutralidad necesaria, basada en la profesionalización de los servidores públicos y su actuación siempre en cumplimiento de la ley, que debe ser un elemento esencial. Cuando esto no sucede, ejemplos hay cada día y en muchos países, “las instituciones se convierten en armas políticas, esgrimidas enérgicamente por quienes las controlan en contra de quienes no lo hacen” (Steven Levitsky y Daniel Ziblatt, 2018).
La profesionalización de la función pública es un factor clave para alcanzar los objetivos propuestos, pero esto debe hacerse desde una base ética, de integridad y de sensibilidad social de los agentes públicos. “En este momento de la historia, necesitamos unidad de todos los partidos políticos porque solo hay una forma de salir de la pandemia: los políticos con los científicos y con la gente para que avancen en la misma dirección”. (Hans Kluge, 2021) Habría que añadir, con el concurso de los directivos públicos expertos en las materias correspondientes.
Artículo disponible en El Nacional.
En las administraciones públicas, con frecuencia coincidentes con los programas de las presidencias norteamericanas, aparecen propuestas de cambio: gobernar con estilo empresarial, gobierno abierto. Ahora nos enfrentamos con una nueva ola de cambio, bienvenida sea, relacionando la singular velocidad de las transformaciones tecnológicas con la acusada caída en la confianza ciudadana en los gobiernos y las administraciones públicas. La innovación está de moda, pero no debe ser una moda.
La pandemia está relacionada con este fenómeno, incluso parece estar en el origen de numerosas revueltas sociales, pero también la asombrosa distancia entre las innovaciones y saltos tecnológicos, a los que asiste el ciudadano que es testigo en directo de estas transformaciones, y el atraso evidente en la prestación de servicios públicos por parte de las administraciones.
Los países intentan combatir esta distancia mediante programas de inversiones en tecnología o en ambiciosos programas de digitalización de los trámites internos de las administraciones, pero los resultados son aún demasiado magros. Los programas existen y la voluntad de muchos gobiernos también, pero para obtener los resultados deseados aún falta tiempo.
Es preciso que en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y con el fin de salvar esta distancia temporal se dispongan las acciones pertinentes para disminuirla y recuperar parte de la confianza perdida.
En este libro, los lectores pueden encontrar las definiciones más relevantes de la innovación, la situación y dificultades existentes en los países miembros del Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo (CLAD), la forma de enfrentarse a ellas y los elementos de prospectiva suficientes de cara a los retos que se acumulan para las administraciones públicas en esta época pandémica y disruptiva. El trabajo de su autor combina, pues, los conocimientos científicos especializados en este tema con el trabajo de campo que hemos realizado en el CLAD con los países miembros que han contestado a las preguntas realizadas y enmendado una y otra vez la redacción definitiva del principal logro que hemos obtenido en este campo: la Carta Iberoamericana de Innovación en la Gestión Pública.
La pandemia ha generado ingentes dificultades para las administraciones públicas, pero ha sido también la base de importantes cambios positivos en su actuar. No solo el teletrabajo o las más cuantiosas inversiones en tecnología, sino actuaciones y reflexiones que alcanzan por una parte a los responsables y empleados de las administraciones y gobiernos y por otra, a los propios ciudadanos.
Los servidores públicos y los responsables políticos han comenzado ya a andar un camino, sin retorno, de prestación de servicios de otra forma, en la que la presencialidad ya no es el elemento sine qua non.
Los ciudadanos han descubierto por su parte, que es posible obtener el servicio demandado sin esperar horas y que, en determinados trámites, se ha podido avanzar. La pregunta y la constatación es que no es en todos los países y en todos los trámites: unos van más avanzados que otros. Inciden en este campo dos factores determinantes: la voluntad política y la demanda ciudadana.
Para lograr que los ciudadanos aprovechen con mayor profundidad estas circunstancias conviene que las inversiones continúen, incluso que se incrementen, teniendo en cuenta que la innovación como se explica en este libro, no se paraliza, sino que su velocidad aumenta.
Por eso hablamos de disrupción: de la adopción de caminos nuevos, incluso de aquellos que en ocasiones han estado vedados por las administraciones en virtud de la tradición y también de la experiencia. La Real Academia Española (RAE) señala únicamente la rotura o interrupción brusca, pero en el ámbito empresarial está el concepto firmemente unido a la innovación. Como han indicado los expertos (Caries Ramió. Luis Aguilar y Osear Oszlak), la disrupción conviene a la Administración. Incluso, además de inevitable es imprescindible para hacer frente al progreso acelerado de nuestras sociedades.
La disrupción no está reñida con la burocracia que no es ineficaz si el contenido de las reglas es el adecuado, derivado de las leyes aprobadas en el Parlamento, y los trámites imprescindibles y necesarios no se eternizan, o juegan como un bucle que obliga a llevarlos al especialista conocedor de los corredores y despachos de los funcionarios, tan bien descritos por Benito Pérez Galdós u Honoré de Balzac.
Si las reglas son las necesarias, el funcionamiento burocrático puede ser el adecuado. Si las reglas son opacas y confusas el resultado puede ser el proceloso mar de los sargazos. Aquí es donde entra la disrupción, en la que hay que formar a los funcionarios: pensar por las razones por las que tales servicios no funcionan y pedirles propuestas para hacerlos funcionar mejor y más rápidamente.
Llevar a los grupos parlamentarios a alejarse también de los aspectos formales para ver con distancia cómo arreglar los problemas e incluso llegar a acuerdos entre grupos distintos y distantes.
Vamos a poner un par de ejemplos: la inmensa mayoría de los datos que las administraciones públicas piden a los ciudadanos son datos de las propias administraciones públicas, aunque con frecuencia residen en organizaciones políticas y administrativas diferentes. Cuando a las administraciones le interesan, por ejemplo, en el ámbito tributario, es posible obtener estos datos.
Si puedo en un caso, posiblemente podré en otros muchos. Es pues una cuestión de voluntad política ya solucionada en otras administraciones y países.
Otro ejemplo: a pesar de las dificultades, las administraciones desarrolladas han logrado colocar millones de vacunas a los ciudadanos poniendo en vigor ingentes bases de datos y logrando que, con dificultades y algunos episodios de corrupción, se suministren estas vacunas estableciendo criterios de edad, enfermedades, riesgo, profesión, etc. Antes no se había hecho y desde una apreciación tradicional de la función pública, ello hubiera sido imposible y, sin embargo, vista la necesidad inmediata en general los países han logrado avanzar en el combate de la pandemia protegiendo a sus ciudadanos.
Esa es la cuestión: el buen funcionamiento de las administraciones públicas que tradicionalmente tenía que ver con el cumplimiento de las reglas, establecidas en una miríada de leyes y reglamentos, pasa a tener como directriz esencial la necesidad ciudadana.
Algunos países han sabido llevarlos a efecto, otros no. Aunque influyen de manera determinante otros factores, como la disponibilidad de vacunas o la fortaleza del sistema de salud pública y sanitario, la capacidad logística ha debido instrumentarse mediante decisiones que han puesto por delante la salud pública frente a otros impedimentos, incluso legales, que han obligado a cambiar las reglas de funcionamiento, aunque haya sido de forma temporal durante la pandemia.
Por eso necesitamos una administración y una burocracia disruptiva que reflexione sobre las situaciones anteriores, actuales y previsiblemente futuras. Este es también el planteamiento de Naciones Unidas cuando nos propone los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que son propósitos de transformación de la realidad, para mejorarla y hacer un mundo más justo y feliz.
También en este ámbito debemos tener en cuenta el cambio climático que produce alteraciones de gran calado en la vida ciudadana, como los incendios en California o las inundaciones en Europa Central.
Aplicando normas dictadas para solucionar problemas distintos y distantes que nada tienen que ver con la realidad presente no lograremos avanzar en la construcción de administraciones públicas basadas en la innovación. La pandemia nos lo ha demostrado con harto dolor. Si utilizamos las formas de trabajar que en este libro se proponen, analizando la realidad actual y abriéndonos a la reflexión prospectiva y al pensamiento estratégico, estaremos sin duda en mejor situación para enfrentar los problemas del porvenir.
Por medio de un encuentro virtual realizado el miércoles 17 de noviembre de 2021, el Presidente del Consejo Directivo del CLAD Nerio Alvis, junto al Director de la Escuela Superior de Administración Pública de Colombia (ESAP), Octavio Duque, ratificaron el compromiso de Colombia para la realización del Congreso Internacional del CLAD, a desarrollarse del 23 al 26 de noviembre en la ciudad de Bogotá.
El evento desarrollado vía streaming fue presentado por el Secretario General del CLAD Francisco Velázquez, quien agradeció a las autoridades colombianas por todo el esfuerzo realizado para la próxima edición del evento internacional, a la vez que ofreció mayores detalles sobre el espacio de mayor relevancia para el sector público iberoamericano.
El Congreso Internacional contará con al menos 81 paneles, 25 presentaciones especiales y tres conferencias plenarias, además de la presentación de documentos libres y las últimas publicaciones del CLAD. El evento tendrá como sede la Escuela Superior de Administración Pública en la ciudad de Bogotá, Colombia.
De igual modo, Nerio Alvis, presidente de la institución, aseveró que el Congreso cuenta con todo el respaldo del Gobierno colombiano, encabezado por el Presidente de la República, Iván Duque, quien tendrá a su cargo una de las conferencias plenarias.
Posteriormente, el Director de la ESAP informó que se tienen inscritos 1500 alumnos de la institución que representa, distribuidos a lo largo y ancho de todo el territorio nacional.
El Congreso Internacional tendrá una modalidad netamente virtual salvo excepciones de personas que harán acto de presencia en las instalaciones del evento, para lo cual se tienen previstas todas las medidas necesarias.
El Gobierno de Colombia ratifica a todos los asistentes la más cordial y cálida bienvenida, asegurando la realización de un evento que superará las expectativas de todo el público inscrito.